¿Qué es la tutela?
La tutela es un acuerdo legal que designa a una persona para que cuide de otra. El tutor (o agente) se encarga de gestionar tus asuntos por ti en caso de que quedes incapacitado. Cuando se nombra un tutor para otro adulto, suele encargarse de las decisiones médicas y personales. La tutela de bienes suele ocuparse de las decisiones y obligaciones económicas relativas a los bienes, como cobrar el alquiler, pagar impuestos y otras cosas. La tutela tanto de una persona como de una propiedad significa que la misma persona está obligada a supervisar las decisiones personales y médicas, así como a supervisar los intereses financieros de la propiedad. La tutela ad litem se refiere a un agente o tutor que actúa como asistente para comparecer ante el tribunal en tu nombre y proteger tus derechos.
¿Qué es un poder notarial?
Hay muchas herramientas que puedes utilizar cuando formes un plan sucesorio completo. El poder notarial es uno de esos recursos esenciales que puedes aprovechar para planificar un futuro desconocido tanto para ti como para tus seres queridos. Un poder notarial permite hacer menos preguntas en los momentos más difíciles de una familia, al estipular tus deseos mientras estás en tu sano juicio. Establecer un plan también puede ayudar a evitar disputas entre los miembros de la familia cuando las emociones están a flor de piel. Estos recursos también te permiten seguir al mando de las decisiones futuras, incluso cuando ya no puedas tomarlas. Hay varias opciones de poderes que puedes establecer.
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Opciones para el poder notarial
Un poder médico es habitual y te permite determinar por escrito exactamente cómo deseas que te atiendan en el futuro, en caso de accidente o enfermedad grave que te deje incapacitado. ¿Quieres una sonda de alimentación? ¿Qué otras medidas deseas aceptar o rechazar si tu salud lo requiere? Estos puntos pueden estipularse en tus documentos de poder notarial y ser examinados por el agente encargado de garantizar el cumplimiento de tus planes. También es habitual un poder duradero, a veces llamado poder financiero. Un apoderado con un poder duradero suele encargarse de velar por tus asuntos comerciales. Si necesitas que alguien extienda cheques, abra cuentas bancarias, supervise las inversiones que puedas tener, etc., un poder notarial duradero puede ser una opción excelente para ti. Un poder duradero se activa cuando se produce un acontecimiento, como una incapacidad médica o física importante. La incapacidad puede producirse tras un accidente, por ejemplo, y comenzarían las funciones del poder de resorte. Un poder general puede ocuparse de decisiones bancarias u otras decisiones financieras concretas si quedas incapacitado. Una característica atractiva de este poder es que normalmente puedes ser muy específico sobre cómo quieres que se gestionen determinadas situaciones cuando sea necesario, lo que ayuda a garantizar que los miembros de tu familia no tengan disputas sobre tus asuntos financieros.
¿Qué opción es mejor para mí?
Cada familia es distinta y tendrá necesidades diferentes. Al disponer de ambos recursos, puedes asegurarte de que no haya lagunas en los planes que habéis establecido y de que nada se escape cuando ya no puedas supervisar las cosas. Por ejemplo, supongamos que tú o un ser querido habéis sufrido un ictus y ya no podéis tomar decisiones financieras importantes ni encargaros de los cuidados cotidianos. El poder notarial duradero puede intervenir y ocuparse de los asuntos económicos, mientras que el tutor puede garantizar que se cubren las necesidades básicas y otras. Ambos pueden trabajar juntos y delegar tareas adecuadamente.
Considera la alternativa
Sin una dirección establecida respecto a tus cuidados, es probable que tu familia tenga que involucrar a un abogado y acudir a los tribunales para asegurarse de tener acceso a tu información financiera o tomar decisiones médicas en tu nombre. Ten en cuenta que, durante este tiempo, también están intentando adaptarse a un cambio importante en tu salud y seguir adelante con cómo es la vida ahora en lugar de cómo era la vida tal como la conocían. Un cambio considerable puede significar que ahora sea necesaria la asistencia domiciliaria, que todas las decisiones financieras recaigan ahora en un ser querido, y mucho más. Poniendo en marcha algunos recursos, puedes darles un respiro en los momentos difíciles y ayudarles a pintar el cuadro de cómo deseas que se manejen las cosas, en lugar de dejar que tus seres queridos lo averigüen y posiblemente discutan.
Planificar para lo desconocido
Puede ser humillante y aterrador intentar planificar lo desconocido. Plantearse cuestiones difíciles, como cómo tomar medidas para salvar vidas o decisiones económicas importantes, puede resultar desalentador, pero no tiene por qué serlo. Establecer recursos específicos puede permitirte encontrar la tranquilidad de saber que has planificado para lo desconocido y que estás ayudando a tus seres queridos a tener menos preguntas o confusión en caso de que te ocurra algo. La planificación patrimonial te ayuda a seguir cuidando de tus seres queridos mucho después de que te hayas ido y te permite seguir controlando cómo quieres que se tomen las decisiones médicas, económicas y de otro tipo si ya no puedes tomarlas tú mismo. Con décadas de experiencia, hemos ayudado a innumerables clientes y a sus seres queridos a formar un plan sólido en el que todas las partes implicadas puedan confiar durante momentos muy emotivos de nuestras vidas. Llama hoy a nuestro despacho al (917) 920-6437 para obtener más información sobre los recursos disponibles y lo que puede tener más sentido para ti y tus seres queridos de cara al futuro.