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(Abogados internos y externos)

Crear su propia empresa es una empresa tremenda, pero mantenerla y continuarla con éxito puede ser una tarea aún más difícil. Hay que entender cosas como los contratos y la gestión de riesgos, y los aspectos legales asociados a ellos. También debe determinar cuál es la mejor entidad para estructurar su empresa. Lo mejor es asociarse con abogados mercantiles de Nueva York que puedan ayudarle a entender estas complicaciones para que su empresa prospere en lugar de fracasar antes de alcanzar su potencial. Y aunque pueda parecer que recurrir a un asesor jurídico interno facilitará las cosas a largo plazo, no siempre es la mejor opción.

¿Qué es el In-House Counsel?

El término «abogado interno» hace referencia a los abogados contratados por una empresa que asumen una amplia variedad de responsabilidades jurídicas en nombre de la misma. Por lo general, los abogados internos cubren un amplio campo de actividad, ya que son responsables de las tareas jurídicas cotidianas, de la gestión de riesgos y de los conflictos que puedan surgir inesperadamente. Dado que deben hacer frente a una amplia variedad de retos, los abogados internos deben estar bien versados en varias áreas del derecho, incluidos los derechos de propiedad intelectual, litigios, contratos, cuestiones de privacidad, leyes laborales federales y estatales, leyes de empleo y más. Sin embargo, en situaciones en las que se necesita más ayuda, a menudo es necesario recurrir a la ayuda de abogados externos adicionales.

Como un abogado interno es un empleado fijo, la empresa le proporcionará un espacio de trabajo y puede pagarle el seguro y otras prestaciones.

¿Qué es el asesoramiento externo?

Como su nombre indica, los abogados externos prestan sus servicios a una empresa sin ser empleados directos de la misma. Forman parte de un bufete de abogados y pueden trabajar como asesores de varias empresas a la vez. Los abogados externos pueden ser contratados por horas o a plazos, en función de las necesidades jurídicas específicas del cliente. Cualquier bufete de abogados de Nueva York que proporcione asesoramiento externo sólo emplea a abogados que cumplan todos los requisitos para ejercer la abogacía en el estado.

Muchos empresarios consideran que el asesoramiento externo es la mejor alternativa a tener un departamento jurídico propio. Se puede recurrir a ellos cuando sea necesario para resolver problemas jurídicos, lo que puede tener menos impacto presupuestario que la contratación interna. Y como no son empleados, no tienes que proporcionarles un espacio físico para que trabajen ni otras prestaciones de un empleado.

Nota: En Ortiz & Ortiz podemos ayudarle en casos relacionados con demandas FLSA para que pueda proteger su negocio.

Abogados internos frente a externos Abogados externos

Para una pequeña empresa, la cuestión de qué tipo de consejo elegir puede parecer difícil. Sin embargo, un examen más detallado de los pros y los contras de cada opción debería revelar una respuesta para las necesidades de esa empresa.

El abogado interno trabajará sólo para usted y sólo para usted, lo que le permitirá dedicar su tiempo exclusivamente a sus asuntos. Sus costes totales son fáciles de calcular e integrar en el presupuesto. Sin embargo, dado que los abogados internos se ocupan de tantas cuestiones generales, es posible que no se especialicen en ningún ámbito concreto. También es preocupante el hecho de que Nueva York permite que abogados no colegiados ejerzan como asesores internos, y es posible que estos abogados no conozcan bien la legislación neoyorquina.

En comparación, los abogados externos están formados específicamente para trabajar en el estado de Nueva York y están muy familiarizados con el panorama. Es más, los bufetes cuentan con abogados formados para trabajar en áreas especializadas del Derecho. Por ello, tienen más conocimientos y experiencia que los abogados internos y pueden prestar una gama más amplia de servicios a sus clientes. Otro punto fuerte de los abogados externos es que no están limitados únicamente a sus recursos y pueden tomarse todo el tiempo que necesiten para encontrar las soluciones adecuadas a sus problemas. Por el contrario, los servicios internos se limitan a lo que usted pone a su disposición y suelen trabajar con rapidez, con o sin pruebas concretas que respalden sus acciones, sobre todo si se enfrentan a varios problemas a la vez.

El abogado externo es lo mejor para sus necesidades

Los abogados externos se adaptan mejor a las necesidades de las pequeñas empresas que los abogados internos. Requieren menos atención, tiempo y recursos. Sólo cobran por el trabajo que usted les encarga (a menos que decida pagarles un anticipo) y están especializados en distintas áreas del Derecho que los abogados internos sencillamente no conocen. La experiencia de los abogados externos les permite abordar cuestiones jurídicas difíciles de una manera minuciosa que siempre redundará en beneficio de su empresa. El abogado externo es la mejor opción para quienes quieren estar preparados para todo.