Eres inteligente y responsable: has trabajado toda tu vida y tendrás dinero y propiedades que legar a tus seres queridos. Ha tomado la decisión correcta de planificar su fallecimiento y asegurarse de que su dinero se gestiona adecuadamente. El proceso de documentar quién se queda con su dinero y sus bienes suele hacerse mediante la creación de un testamento o un fideicomiso. Pero ¿sabía que muchos tipos de bienes y dinero pueden transmitirse a sus seres queridos inmediatamente después de su fallecimiento? Eso significa sin esperas, sin tribunales, sin estrés y sin gastos legales.

En muchas de las películas antiguas, tras la muerte de alguien, un abogado sombrío y serio lee el testamento a una sala llena de esperanza y expectación. Si ves las viejas reposiciones en blanco y negro de la serie de televisión The Honeymooners, recordarás la escena en la que Ralph Kramden se entera de que la «fortuna» que supuestamente va a heredar es el pájaro de una mujer muy rica llamado Fortune. Se desmaya cuando ve la jaula. No recibió dinero: sólo el pájaro. Sus sueños de jubilación anticipada se vieron truncados.

¿Cuál es el problema?

Lo que mucha gente no sabe es que no basta con leer el testamento: en Nueva York hay que acudir a los tribunales para tramitar el testamento, lo que se conoce como «probating» (legalización) del testamento. La persona facultada en el testamento para distribuir el dinero y los bienes debe ser aprobada por el tribunal para ejercer ese cargo. Pueden pasar meses hasta que el tribunal emita los documentos necesarios para repartir el dinero y los bienes.

¿Cuál es la solución?

Muchos tipos de bienes pueden transferirse simplemente a su fallecimiento siempre que haya cumplimentado los documentos necesarios en vida. He aquí algunos ejemplos:

  • Seguro de vida: El producto de su póliza de seguro de vida se paga directamente al destinatario de su regalo. No es necesario acudir a los tribunales para recibir el dinero.
  • Transfiera sus bienes a un fideicomiso: Los bienes puestos a nombre de un fideicomiso pasan a los términos del fideicomiso en caso de fallecimiento. La preparación de un fideicomiso suele costar más dinero que la de un testamento, pero puede ahorrar el coste y el tiempo que requiere la legalización de un testamento.
  • Bienes inmuebles: Si en la escritura de una casa o inmueble consta que la propiedad es suya y de una o más personas, con derecho de supervivencia, la propiedad pasará a los demás propietarios a su fallecimiento. Desgraciadamente, puede haber algunas limitaciones que requieran una legalización testamentaria, pero puede merecer la pena consultar a un abogado para ver si ésta es la solución adecuada para usted. Tampoco debe transmitir bienes inmuebles en vida sin tener en cuenta las consecuencias fiscales de dicha transmisión.
  • Nombre al destinatario de su donación en sus cuentas bancarias: Puede modificar sus cuentas bancarias para indicar qué ocurre con el dinero de la cuenta en caso de fallecimiento. Por ejemplo, los residentes en Nueva York pueden añadir una designación de «pagadero en caso de fallecimiento» (POD) a sus cuentas corrientes y de ahorro y certificados de depósito. La propiedad del dinero se transferirá inmediatamente tras su fallecimiento. Y no tiene que preocuparse por el acceso al dinero en vida: el beneficiario de su regalo no tiene derecho al dinero hasta que usted fallezca.
  • Nombre al destinatario de su donación en sus acciones y bonos: Puede colocar la misma designación POD en acciones o bonos en Nueva York.

¿Cuál es la conclusión?

Debería consultar con un abogado y averiguar qué es lo que más le conviene. Cuando haya preparado los documentos que garanticen que sus asuntos financieros están en orden, dejará un gran regalo a su familia y amigos. Les dejas instrucciones claras sobre tus deseos y necesidades y una hoja de ruta para gestionar tus deseos. Al planificar su fallecimiento, les permite centrarse en su legado y su memoria.